‘Si la salud -y no la figura- fuese algo que nos preocupase de veras, en lugar de pulirnos y tornearnos y alimentarnos a base de consejos nutricionales de dudoso rigor, estaríamos manifestándonos constantemente pidiendo una sanidad pública universal y de calidad. Eso sí que tiene relación directa con el bienestar. Plazas para reivindicaciones veinticuatro horas, lo mejor para tu corazón’.
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