Entrevista al dibujante valenciano Joan Marín, autor de Olimpita. [Para el Metropolità]

Olimpita fue tu primera novela gráfica, y fue un éxito, ahora trabajas de nuevo junto a Hernán Migoya. ¿Has encontrado a la horma de tu zapato a nivel laboral?

De hecho, nunca hemos dejado de colaborar desde que hicimos Olimpita. A la nueva novela gráfica, ambientada en Perú, preceden un buen número de ilustraciones y páginas satíricas que han visto la luz en diversas publicaciones del país andino. Trabajar con Hernán es muy sencillo, no hay que olvidar que durante muchos años ha sido editor y sabe cómo tratar a un dibujante, casi nunca interfiere en mi  trabajo, confía en mis propuestas y me da vía libre a la creatividad. Y encima me cae bien, jejeje.  Espero que sigamos haciendo cosas juntos durante mucho tiempo! De momento, a corto plazo, ya estamos dándole vueltas a lo que seguirá a Plagio, aunque no tenemos nada cerrado aún.

Cuéntanos un poco, ¿cómo surge la idea de Plagio?

Cuando estábamos acabando Olimpita, Óscar Valiente, nuestro editor en Norma, nos propuso que pensáramos en la siguiente novela porque estaban dispuestos a editarla también. Nos soprendió ya que aún no habíamos sacado la primera y a la vez nos alentó, ya que pudimos comprobar que la editorial confiaba en nosotros plenamente. Entonces, Hernán, saco a la luz una historia que le rondaba desde hacía mucho tiempo por la cabeza y que creía que en formato de novela gráfica tendría mucho potencial. Se trataba de una historia verídica que narraría el secuestro de su esposa en la época en que vivía aún en Lima (Perú), hace unos diez años. A Óscar le gustó la idea, así que nos pusimos manos a la obra. El proceso ha sido largo y duro ya que es una historia que requiere mucha documentación, involucra a personas reales, algunas de ellas criminales y otras familiares de la mujer de Hernán y sucede en un país muy lejano! Todo un reto para un dibujante, la verdad… Por otra parte, con Plagio (que quiere decir «secuestro» en latinoamérica), nuestra intención no es únicamente narrar el acto delictivo propiamente, sino diseccionar el personaje de su mujer a través de sus historias amorosas y vivenciales previas y también narrar qué es vivir en la caótica Lima, por lo que la ciudad era una protagonista secundaria muy importante también. Es casi una obra coral o un retrato de mujer con ciudad al fondo…

La novela gráfica constará de 250 páginas, ¿cuánto tiempo dedicas al día a llevar a cabo este proyecto? ¿Te permite tener vida social?

Le dedico menos del que me gustaría, la verdad, ya que por las mañanas trabajo en un estudio de diseño y sólo tengo algunas tardes y las noches para dibujar. Teníamos prevista la salida para el Salón pero el árduo trabajo que requiere me ha impedido tenerlo en el plazo previsto. Aún calculo un par de meses más de dibujo e imagino que lo tendremos para septiembre-octubre en las tiendas. Soy un dibujante que me gusta probar muchas cosas antes de sentarme a producir páginas y más o menos tenía todo planificado en septiembre del año pasado, pero fui invitado a un festival de cómic en Lima, gracias a la intercesión de Hernán, a mediados de octubre, así que me detuve cuando ya tenía unas cuantas cosas dibujadas. La experiencia en esa mágica ciudad fue tal que me vi obligado a replantearme todo lo que tenía antes. Lo descarté y me puse de nuevo a buscar el cómo más adecuado para plasmar todo lo que había vivido allí. Así que en diciembre- enero ya me estaba sentando a dibujar lo que es ahora Plagio. Si echas cáculos ya ves que es hace nada, así que imagínate el ritmo frenético que llevo! Entre dos o tres páginas diarias, teniendo en cuenta el poco tiempo que le puedo dedicar… Una locura! Espero no quedarme sin amigos después de esto…

Además de esto, estás publicando tu trabajo también en Perú, en una revista literaria. ¿Cómo se produjo este salto internacional?

Hernán y ahora yo somos dos enamorados de Perú. Cualquier cosa que nos salga en ese país la aceptamos sin rechistar. Hemos colaborado en Etiqueta Negra, una revista muy prestigiosa de allí y ahora estamos colaborando con Dedomedio, que no es tan «profesional» pero sí que tiene una gran reputación dentro de los círculos artísticos peruanos. Hernán, cuya mujer es peruana, tiene un pie aquí en Europa y otro en Lima, así que es bastante normal que nos salgan este tipo de propuestas, ya que allí aprecian mucho todo lo que venga de España y Hernán es muy carismático y le conocen bastante. No imaginaba cuando comencé Plagio cómo iba a cambiar mi relación con ese país y su gente!!

2 novelas gráficas publicadas en Norma Editorial, así como otros trabajos, incluso uno de ellos como comentábamos, para un país al otro lado del Atlántico. ¿Sientes vértigo alguna vez?

A veces sí que te quedas un poco paralizado. En Olimpita apenas tuve tiempo de pensarlo y me lancé a la piscina con mucha vehemencia. Ahora, que he tenido más tiempo y soy más consciente de mis responsabilidades, tengo más cuidado y me esmero más. Dibujar cómics es una de las profesiones artísticas más duras y bonitas que hay. Es como hacer una película (es un símil barato, lo sé) tú solo: eres figurinista, documentalista, fotógrafo, decorador, director de casting, director artístico, cámara, script y director! Tienes que cuidar todos los detalles y mantener un buen ritmo para que los cambios lógicos que se producen en tu estilo pasen desapercibidos… Eres también el único culpable si algo no funciona, pero es un riesgo que tienes que correr y no debes dejar que te afecte y paralice. En cierto modo, al haber abandonado los tebeos durante unos años, me hace apreciar todo esto con otra perspectiva, con menos ansiedad de la que aprecio en algunos compañeros. Lo disfruto mucho más. También intento ser lo más profesional (escapando de los tópicos de los dibujantes de tebeos) que puedo y hacerlo mejor cada vez…  Sin embargo, los bloqueos son frecuentes y hay semanas que nada de lo que haces parece funcionar.  En definitiva se trata de que cuando vaya al Fnac y me encuentre mis tebeos  en las estanterías no me de vergüenza que los demás los ojeen, jejeje.

Otra cosa que me produce vértigo es la aceptación por parte de los otros profesionales del medio. De repente entré al mundillo profesional por la puerta grande y muchos conocían mi cómic, les gustase o no. En cierto modo ya me reconocían como «uno más». Hubo gente como David Rubín que me soltó a la cara que había sido el cómic español que más le había gustado de ese año! Vaya vergüenza me dio, jejeje, sobre todo porque lo que él hace me encanta!!

¿Cómo te planteas tu futuro a medio y largo plazo? Porque imagino que a corto, consistirá en trabajar muy duro con Plagio.

Una vez entregue Plagio, me he propuesto no dejar pasar tanto tiempo y empezar la siguiente novela en verano. Me gustaría hacer algo más breve y a color. Aún no sé si Norma nos la editará porque la crisis del sector está arrastrándonos a todos, pero supongo que será con ellos.

A largo plazo no lo veo claro. Mi otra faceta creativa, la fotografía, que es la que paga las facturas ahora al fin y al cabo, la veo más clara. Me gustaría montar mi propio estudio y poder compaginarlas ambas con mayor libertad. Supongo que habrá que esperar tiempos mejores o buscar fuera de España… Lo que sí tengo claro es que me gustaría seguir haciendo cómics hasta que la mano aguante…


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