El verano ya llegó. Tras un periodo interminable de exámenes, que me han dejado en la situación de casi-licenciado en Periodismo, a falta de una asignatura en septiembre, retomo la actividad del blog. Resumo a continuación lo que he hecho en este tiempo de ausencias:
He perdido visión, he ganado en disgustos, he corroborado los absurdos mecanismos que rigen la Universidad de Valencia (y por ende el Universo en su totalidad), he escrito una serie de relatos que pronto colgaré, he leído cosas tan dispares como Civilizaciones extraterrestres, de Asimov; Hellraiser, de Clive Barker (The hellbound heart en realidad); El misterio de Salem’s Lot, de Stephen King; El juego de Hollywood (antología de Jason E. Squire); Orientalismo, de Edward W. Said o Encuentro con el Otro, de Kapuściński (cuya reseña ahora colgaré). También he tratado infructuosamente de decidir mi futuro, he visto el Mundial, he detestado a Manolo Lama, he bajado a mi perro a la calle tres veces al día, he conspirado con el comunista-nazi-soviet Adrián Hernán el Conquistador, he celebrado con Juan Facundo Veiga su admisión en la Escuela de Cine de Colonia y su beca de La Caixa, y he trabajado en el nuevo número de El Metropolità, que sale próximamente, así como con Editorial Cocó, esa fuente inagotable de sonrisas y lágrimas.
Here we go.
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