Feliz cumpleaños de la muerte

De todas las situaciones grotescas que he tenido el placer de vivir últimamente, la más extravagante, paradójica e incoherente es la relacionada con la muerte de Osama Bin Laden, esta madrugada.

Veamos si lo he entendido:

Un comando de las fuerzas especiales de Estados Unidos ha penetrado en Pakistán sin permiso de las autoridades nacionales, ha asaltado una casa en la que se encontraban el susodicho y tres personas más, ha cosido a balazos a todos, ha cogido el cuerpo del hombre más buscado desde hace diez años, y lo ha tirado al mar, cual sandía veraniega.

No, enserio, ¿cómo? Vamos a ver, ¿me queréis decir que tras años de búsqueda, de identificación del personaje con el mal absoluto, de invasiones a países en un supuesto intento de encontrarlo, incinerando cuevas con gente dentro en Afganistán, bombardeando aquí y allá y defenestrando familias sin compasión, ahora lo matáis, y en lugar de mostrar alguna imagen, lo lanzáis al mar? Como diría el entrenador, ¿por qué? Según los portavoces de turno, cumpliendo a rajatabla los rituales funerarios islámicos. Sí, eso han dicho. Afortunadamente, ya han aparecido autoridades religiosas del Islam desmintiendo que esta práctica sea en absoluto tradición suya. Entonces recapitulando de nuevo, tras dispararle una bala en la cabeza al Diablo, ¿habéis oficiado un rito islámico en honor del fallecido y después, ale, ¡al agua! ¿Había un hombre de fe capacitado entre los integrantes del grupo de asalto? ¡Cuánta consideración!

Detalles del asesinato aparte, (y sí, es un asesinato, 1. tr. Matar a alguien con premeditación, alevosía, etc.) lo más tremendo de todo ha sido el tratamiento de los hechos por parte de los medios de comunicación, así como las reacciones de autoridades y ciudadanos. Obama, que tan pronto se marca unos chistes sobre Donald Trump ante el magnate y el respetable, como da la orden de ejecutar a un enemigo; ha comparecido ante la población de Estados Unidos (que no América, como gusta la prensa y ellos mismos de referirse a uno más de los países del continente americano) para, con estudiado alzamiento de mentón y gesto de partido ganado, informar de que Osama ya no volvería a cometer ninguna fechoría más. Analicemos el comienzo de su discurso:

Buenas noches. Esta noche, puedo informar al pueblo estadounidense y al mundo que Estados Unidos ha llevado a cabo una operación que causó la muerte de Osama Bin Laden, el líder de Al Qaeda, y un terrorista que es responsable por el asesinato de miles de hombres inocentes, mujeres y niños.”

Hagamos un juego, elimine desde “Buenas” hasta “un terrorista que”, y complete la oración de distinta manera pero manteniendo la esencia criminal. Por ejemplo, de esta manera:

Esta madrugada se ha detenido a todos los dirigentes de países integrantes de la OTAN, organización que tras sus ataques a países por todo el globo, es responsable por el asesinato de miles de hombres inocentes, mujeres y niños.

En el mundo hay alimento suficiente para abastecer a todos los seres humanos sin excepción, por tanto, cualquiera que por inacción permita que las grandes multinacionales y gobiernos de países ricos saqueen a territorios sin posibilidad de defenderse, provocando la muerte por inanición de su población, es responsable por el asesinato de miles de hombres inocentes, mujeres y niños.

El SIDA mata en África de forma atroz, por tanto, cualquiera que secunde una campaña contra el uso de anticonceptivos que ayuden a evitar el contagio de enfermedades de transmisión sexual, es responsable por el asesinato de miles de hombres inocentes, mujeres y niños.

Hagan su propio juicio. La palabra terrorismo significa dominación por el terror. ¿Hay algo más terrorífico que la primera potencia mundial atacándote en tu propia casa? Yo considero terrorífico que me caiga un misil encima y me haga pedazos, llámenme excéntrico. Desde luego, EEUU es un experto en dominar países, pero a ellos, y a nosotros mismos como cómplices, nos referimos como los aliados, que queda infinitamente mejor. Por citar otro ejemplo, si un avión enviado por Gadafi hubiese matado a los nietos de un presidente europeo, los medios se referirían a ellos como niños asesinados, con toda la razón del mundo. Es curioso que sin embargo, los hijos del hijo de Gadafi, de veintinueve años, que por tanto, no debían ser muy mayores, son simplemente nietos. ¿Tenían nombre o rostro? No sé, jugarían con otros niños amigos, irían a la escuela. Da lo mismo, son muertes causadas por una operación destinada a ayudar a la población civil de Libia, como dirían los titulares. Alucinante. El bueno de Charles Bouchard, militar a cargo de este tipo de operaciones, se refiere a este crimen de la siguiente manera:

Todos los objetivos de la OTAN son de naturaleza militar y claramente vinculados a los ataques sistemáticos del régimen de Gadafi sobre la población y áreas pobladas libias. No apuntamos a individuos. Lamentamos toda pérdida de vida, especialmente de civiles inocentes que resultan dañados como resultado del conflicto en curso. La OTAN está cumpliendo su mandato de la ONU para detener y prevenir ataques contra civiles con precisión y cuidado, no como las fuerzas de Gadafi, que están causando tanto sufrimiento”

¿Resultan dañados? Bonito eufemismo para decir asesinados. Si se ha llevado a cabo el ataque con precisión y cuidado, ¿qué ha pasado entonces? ¿Esos nietos eran un objetivo militar? He podido comprobar también, viendo el telediario, como Rubalcaba escogía las palabras con pies de plomo para evitar ser políticamente incorrecto. Este político, completamente contrario a la pena de muerte, celebraba la muerte de Bin Laden sin ningún tipo de tapujos. ¿En qué quedamos señor Ministro? Así uno tras otro, políticos de medio pelo que enarbolan la bandera de la lucha contra la violencia, festejando un asesinato. Todos por supuesto han acabado añadiendo más tarde que en realidad les habría gustado más verlo ante la justicia, pero oye, más vale pájaro en mano que ciento volando. Me he hartado de oír que era un gran día en la lucha contra el terrorismo, que al fin se ha hecho justicia, que es un gran paso en la lucha contra El Mal (juro que lo he oído). El día 2 de mayo de 2011 se ha convertido en gran parte del mundo en un gran homenaje al asesinato. La gente salía a la calle en Nueva York al grito de USA, USA!, como si de un espectáculo deportivo se tratase, los bomberos sacaban sus coches de gala con las luces y sirenas, Bush felicitaba a Obama, que se relamía ante lo que es un gran éxito de cara a las encuestas de popularidad mientras decía cosas como “el mundo es un sitio mejor”, “no puedo estar más orgulloso”. Pero los muertos en el 11S, así como los muertos por cualquier tipo de violencia, de cualquier color o símbolo, siguen pudriéndose bajo tierra, o convertidos en cenizas esparcidas por todo el planeta. Es la ostia (con perdón) que los únicos que hayan condenado esta celebración de la muerte hayan sido los del Vaticano.

¿Se ha hecho justicia? Tal vez algunos piensen que sí, un servidor particularmente piensa, que tratar de acabar con la violencia mediante la violencia es un disparate. El lenguaje configura el pensamiento, y mientras no le llamemos a las cosas por su nombre, seguiremos siendo engañados mediante sutilezas lingüísticas que se transforman en terribles sucesos que acaban con la vida de miles de personas. ¿Bin Laden es un asesino? Sí. ¿Por qué? Porque es el líder de un colectivo que lleva a cabo un ataque que mata a personas. ¿Un presidente de un país que entra en una guerra es un asesino?


Comentarios

2 respuestas a «Feliz cumpleaños de la muerte»

  1. Muy bueno…como siempre

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.