Hoy estoy de enhorabuena porque hoy me estreno en CulturPlaza, y lo hago escribiendo sobre Lo contrario de la soledad, el fantástico libro póstumo de Marina Keegan editado por Alpha Decay.
Keegan murió en un accidente de tráfico con veintidós años, y con su fallecimiento nos perdimos a una escritora que si ya era brillante entonces, cómo podría haber sido en unos años.
A Marina le preocupaba bastante el momento en que el Sol, al escasear el hidrógeno que en la actualidad emplea de combustible, comenzará su metamorfosis en gigante roja, y posteriormente en enana blanca, engullendo de paso todo el Sistema Solar y a los que en él vivan por entonces -en caso de quedar alguno-. Le preocupaba pese a quedar unos cuantos cientos de millones de años desde la fecha en que nos encontramos. Lo menciona en varias ocasiones. También le preocupaban las ballenas varadas y por encima de ellas, los humanos varados. Los acontecimientos que lo modifican todo de pronto y que no estaban en la agenda, al menos anotados con precisión. Le preocupaban los cabos sueltos.
Puedes leer el artículo pinchando en este enlace o en la imagen a continuación. Espero que este sea el inicio de muchas más colaboraciones. A ver si os gusta.
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