Tánger

Sólo el que ha estado en Tánger puede entender esto:
«Tánger llora a los que no la conocen y los que la conocen la lloran«.
Próximamente publicaré algunas de mis experiencias en esta ciudad mágica, que me trajo el recuerdo de días de la infancia en casa de mi familia ceutí, el olor del tajine de pollo, del té y las pastas, de los primos, de la risa inocente.

Una ciudad que acoge a gente de todo tipo, que parece tener la misión de desmontar nuestra forma de vida, nuestro frenesí, nuestra voracidad existencial. Existe otra forma de vida. No leas el Elogio de la lentitud, nosotros no somos estadounidenses, ni franceses, ni alemanes. Simplemente visita a ese país vecino al que damos la espalda. Con toda probabilidad te redescubrirás. Visita Asilah, ciudad de artistas, a la que pertenece esta puerta. Lee a Choukri en el avión, empápate del magnetismo del Cinema Rif. Saca la cabeza por la ventana del coche en marcha,  de noche en la parte atlántica de la ciudad, con los ojos en el cielo y el océano. Aprende a humanizar a la gente, sonríe, escucha Gnawa Difussion. Recrea a los fantasmas de escritores ya desaparecidos en el café Haffa, siéntate frente al mar y mira la península, apéndice de Europa, desde otra perspectiva.

Aquí están algunas fotos de mi experiencia, para todo aquel que quiera descubrir la ciudad que me ha cautivado.

Saludos, y choukran.



Comentarios

Una respuesta a «Tánger»

  1. Avatar de cronicaszombi
    cronicaszombi

    Dios, me dan ganas de ir, joder. Ver calles atestadas y kebabs a un euro. Vivir tranquilo, objetivo inalcanzable para muchos. Saludos!

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