El otro día, hojeando las revistas de una consulta médica, en dos interminables horas de espera, topé con la revista Cuore. En su portada, el siguiente titular: Bikinis. Compra el que mejor te sienta. ¡Fuera complejos! En seguida comprobé el cinismo y la hipocresía de una revista que vive de alimentar los complejos femeninos. En sus páginas interiores, toda una retahíla de insultos a famosos de toda índole, siempre en base a su aspecto físico o a su vestimenta. Para quien no lo conozca, esta revista funciona de la siguiente manera: selecciona fotografías de esta gente, para después calificarlas con un Aarg, o con su visto bueno. Un ejemplo. Hablando de un modelo poco acertado a su parecer de la actriz Drew Barrymore, dicen lo siguiente:

Drew Barrymore dejó el alcohol cuando era una niña, pero viendo la manera de conjuntar estas divertidas prendas uno empieza a dudarlo…

De Gwen Stefani dicen bajo su foto que es una payasa de circo. De Kelly Osbourne, ante un cambio de look (como los que ellos/as mismas proponen en cada número), comentan de la siguiente manera:

El look nerd-geek es obvio que está muy de moda, pero Kelly, después de verte de niñata punk, ya no hay quien te crea. Personalidad ante todo, mujer.

Y así sigue durante toda la publicación, hasta la contraportada interior, en la que se puede leer, en un alarde de falsedad en una publicidad propia: “La única revista del mercado que te sube la autoestima”. No tengo palabras para expresar lo abominable que me resulta este eslogan. Cuore se dedica número tras número, a insultar a mujeres para disfrute de otras mujeres, bajo la excusa de que mofándose del aspecto de los iconos del famoseo, generalmente con cuerpos escultóricos, la mujer de a pie se sentirá mucho mejor. En primer lugar este planteamiento ya es asqueroso y pretende dejar el intelecto del género femenino a la altura del betún, pero además, es que es sencillamente todo lo contrario. Cuando una lectora con un físico normal, imperfecto, como el que tenemos todos, ve como ridiculizan el trasero de Beyoncé, puede reírse en primera instancia, pero una vez terminada la carcajada, se mirará al espejo y pensará, si el cuerpo de ella es motivo de burla, ¿el mío qué es? Porque evidentemente, tener un físico como el de esta mujer, favorecido por la genética y mantenido por un entrenamiento diario, no está al alcance del público medio. No pasa nada, Cuore se ríe de ella en una portada, que adjunto más abajo, y en la del número que pude ver, el último, dice: Beyoncé. ¡Arriba las curvas! El triunfo de una mujer auténtica con un cuerpo real.

Como pueden comprobar, estimados lectores, el cinismo de la redacción de esta revista no tiene límites. Saben perfectamente el efecto que provocan, a medio y largo plazo. Pero no les importa porque ganan muchísimo dinero con ello. Su función en la sociedad es la de destruir desde dentro todos los logros conseguidos por las mujeres a lo largo de años y años de injusticias flagrantes. A quien le parezca que exagero que reflexione. En primer lugar, ¿es adecuado buscar la diversión basándose en la burla destructiva hacia otra persona? Aunque sean personajes públicos, tienen derecho a que no se les haga daño gratuitamente. Además, debería ser una aspiración de la sociedad no herir a nuestros congéneres, pese a que hayan cometido la gravísima falta de tener una cantidad mínima de celulitis. En segundo lugar, permitiendo la existencia de esta abominación, estamos andando hacia atrás en cuanto a la superación de la mujer objeto-sexual propiedad del hombre. Porque todo esto solo beneficia al machismo imperante, es una revista hecha para uso y disfrute de los hombres. No porque ellos la compren, no hace falta, es algo indirecto. Lo es porque transmite un mensaje que cala en su público, entre el que se encuentran en gran medida menores, y crea una cantera de mujeres sumisas y acomplejadas por su físico, mucho más fáciles de manipular por quienes no creen en la igualdad entre sexos. Si se fijan, este tipo de publicaciones no existen para los hombres. Es más, Cuore es mucho más benévola con los hombres que con las mujeres. ¿Qué estamos haciendo? Básicamente contribuir comprando esta revista a alimentar y prolongar una época marcada por la mediocridad y la pérdida total de los valores en los medios de comunicación, y por ende, en nuestras sociedades en su conjunto.


Comentarios

3 respuestas a «Asco»

  1. Pues sí. Estoy totalmente de acuerdo contigo. Precisamente esta tarde he estado en el médico nutricionista (estoy a dieta desde hace tres meses) y en esta consulta además de otras revistas de naútica (¿?) hay algunos números de Cuore. Hoy he flipado viendo la «Celulitis» de un montón de famosas. Patético. Y no entiendo qué puedo sacar yo de autoestima de esa revista, si lo que pretende es hacer ver que todos, famosos o no, somos seres humanos imperfectos, no lo consiguen y más bien logran que uno se plantee si es que a las chicas estas se les ha ido el cerebro por el váter y si para subir la autoestima hay que degradar a otros y practicar valores tan bonitos como la envidia.

    Por cierto que a mi el culo de Beyoncé, me parece «el culo»

    Y para subir la autoestima, que mejor que la buena literatura como la que publica editorial Cocó. :)) ejejejej

    1. Avatar de Mono del bioparc
      Mono del bioparc

      Pues a mí esas cosas no me gustan, donde este el culico de un mandril, así tan pelaico, ummmmmmmmmmmm que rico…

      Si doña Rita, mi ama y señora me hubiera enseñado a leer podría hacer comentarios sobre cuore pero sólo me enseñaron a escribir 🙁

  2. Avatar de Ana Castillo
    Ana Castillo

    Lo feo es el odio humano a su decadencia. Como el tiempo nos iguala a todos (aunque no el dinero) puedo entender el alivio de ver la fealdad en celebridades que ganan su pasta por lo contrario. Incluso, un espíritu de regocijo en hacer mofa y escarnio de algún rasgo de tu “enemigo”. Recordar el soneto satírico de Quevedo parodiando la nariz de Góngora o algunas cartas de Cyrano de Bergerac. El tema, como bien dices, es cuando el objetivo de estas revistas es vender más horadando las neuronas de sus lectoras conformadas en el esteriotipo, sin más estilismo y ética que del “scavenger cuore”.

    No encuentro mejor antídoto que dejar estos bodrios para leer de Umberto Eco: Historia de la fealdad (Lumen, 2007).

    (Jo…me salió sesudo) 🙂

    Por cierto, Mono de bioparc, cuando veas a tu ama Rita pregúntale por Carlos Fabra, Alfonso Rus, José Joaquín Ripoll, la Dolores de Calatayud y el vino que tenía Asunción antes de conocerla.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.