Rafael Fernández es una persona diferente. O al menos es una persona normal que se esfuerza en demostrar que el resto de gente normal se esfuerza en parecer diferente a como es realmente. Lo conocí en una época en la que era amado y detestado a partes iguales. Pero a mí me pareció un gran tipo. Y aquí estamos, bastante tiempo después, como entrevistado y entrevistador.
¿Rafael Fernández es una persona incomprendida?
Sí, pero por mi culpa. Es muy difícil entender a una persona que tiene a tres personajes de ficción dentro a los que saca a la realidad a diario para que puedan luego escribir un relato. “Sigmundo” es malvado, el “eZcritor” un subnormal y “Rafa” un niño asustado.
¿Cómo definirías tu trabajo?
Tratar de hacer ver al lector que la hipocresía es cosa mala y que lo mejor es divertirse, jugar y mostrarse tal cual se es. Hay que ser feliz.
Tu visión acerca de la sexualidad ha levantado ampollas entre bastante gente, ¿por qué?
La muestro tal cual es: algo normal con la que se utiliza a otra persona para buscar placer propio. Humillar sexualmente al otro me pone: llevar a las chicas hasta el orgasmo gritando es lo máximo. Es extraño, el hombre lleva conviviendo con el sexo desde el segundo 0 de sus vidas y aún no ve el sexo como algo tan placentero y corriente como una buena cena.
¿Qué teme la gente de tu polémico mensaje?
Mirarse al espejo y darse cuenta de que son subnormales.
¿En qué estás trabajando a día de hoy?
Estoy ayudando a escribir dos guiones a dos autores a los que no puedo nombrar. Dentro de una o dos semanas comienzo a publicar una novela on line, la segunda tras “Diarios secretos de sexo y libertad”. Se titula “20 Polvos”. También este mes planeo grabar un nuevo corto.
España es un país con una herencia católica muy marcada, que ha determinado en demasiadas ocasiones lo políticamente correcto o incorrecto. ¿Crees que existen muchos tabúes, sociales y artísticos?
Vivimos en una libertad absoluta. Gracias a Dios la Iglesia comienza a verse como un chiste y una lacra. Pero sigue existiendo una “censura” que procede del mundo hipócrita de la “imagen”. Otras que también tienen poder para censurar hoy en día son las “feminazis”. La imagen y las feminazis han sustituido a Franco.
Cambiando de tercio, ¿cuál es tu relación con María Lapiedra?
Nunca me la he follado. Todo el mundo cree eso. Lo siento. Es una buena amiga que está tan loca como yo y que se presta a ayudarme en mis cortometrajes porque no le da vergüenza nada. Tiene una forma de ser que impacta y que te “enamora”.
¿Y con tu mascota, Anais Nin?
Mientras contesto esta entrevista en el ordenata , acostado en la cama, la tengo a mi derecha, con una pata pidiéndome que la acaricie, impidiéndome escribir bien. Anais es mi hijita. Algunas veces juego a hacerme creer que me quiero suicidar y si no lo hago, es por no dejarla sola.
Has trabajado con Torbe, ¿cómo es él?
Torbe es una persona super creativa, no para de tener ideas, de dar a luz proyectos. De ahí su apodo, Torbe, de Torbellino. En contra de lo que la gente piensa de él tiene un gran corazón y ayuda muchísimo a sus amigos. A mi me ha sacado de más de un apuro. Es una persona que lee mucho y que se pasa el día viendo documentales culturales de todo tipo. Es una persona que merece la pena conocerla. Si consigue financiación para sus proyectos va a dar mucho que hablar en el mundo del cine.
¿Qué planes de futuro más inmediatos, y también a largo plazo tiene Rafael?
Escribir, follar con chicas guapas y morirme.
Si fueses una película, ¿cuál serías?
Cyrano de Bergerac mezclado con American Psycho.
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