Music please [¡actualizado!]

Pura vida, pura autenticidad; una explosión atómica de felicidad en medio de esta vida-reality. Una de las mejores fiestas a las que he acudido en mi vida. Esta es una breve síntesis de lo que aconteció la noche del sábado 15 de julio de 2012, año del fin del mundo o de la redención, todavía está por ver.

Todo comienza con un retorno, el retorno del Rey a juzgar por su corona, que ahora mismo descansa sobre una estantería repleta de libros sobre historia y revolución. Kenny Ken, al que no conocí hasta hace una semana escasa, se marcha de Barcelona y aterriza en L’Eliana. Allí dispone de espacio, naturaleza y cielo nocturno para pensar en qué es lo que viene a partir de ahora. Probablemente, y esto es una licencia literaria del autor de este blog, el primer día tras su regreso, contempló la oscuridad y meditó en silencio, y vio las estrellas e inhaló la brisa fragante de la medianoche en verano, y decidió que el movimiento puede ser perpetuo, contrariando la leyes esenciales de la física. La Humanidad vive en un éxodo constante, el Exodus de Marley, tan profeta como Elías, quien da nombre a la localidad en la que tendrá lugar esta historia. Un municipio con propiedades anómalas, que ha sido la cuna de toda una generación altamente creativa. En Valencia, la toxicity de los contrastes y la corrupción, en un piso patera para bohemios y gente de mal vivir, le espera Chimyflow, en cuyo cerebro tienen lugar los procesos sinápticos más desconcertantes e imprevisibles de cuantos he podido conocer. Del contacto entre ambos, tan potente como la colisión de dos protones en el acelerador de partículas del CERN, surge un proyecto. Reinventar el concepto de la house party, darle la entidad suficiente como para que trascienda a un mero encuentro festivo. Hay que trabajar en algo relevante, un happening que resulte difícil de olvidar. Hace falta música.

Mi coche está sucio y a veces arranca con problemas, pero es suficiente para trasladarnos hasta un chalet con ecos a isla tropical. Sé la calle pero no el número, pero me han advertido de que lo reconoceré por el sonido que emite. Efectivamente, al bajar la ventanilla, recibo el mensaje inconfundible. Dentro hay un ir y venir de instrumentos y cables. Se está montando todo lo necesario para un concierto. Saludo a todos, inclusive a la encantadora familia anfitriona. Entre sus integrantes, dos hermanas con talento, un combo gemelo literario y musical. No he estado en Haití pero puedo olerlo, el aire es distinto aquí. Es más ligero, es en technicolor. Sin darme cuenta estoy a los mandos de la barbacoa. Escucho las pruebas de sonido mientras contemplo el fulgor hipnótico de las brasas. Comienzan a llegar más invitados y están hambrientos. Tengo a un cánido a mis pies que me mira con ojos implorantes, casi puede saborear las hamburguesas, y quiere su parte. Más tarde se la cobrará por su cuenta. No hay forma de recriminárselo, en este espacio reina la igualdad absoluta, la conexión chamánica con el entorno. Me acuerdo de DMD y pienso que debería estar aquí disfrutando de todo esto, de alguna manera se lo haremos llegar. María bebe una cerveza y charla con alguien, estoy ansioso por que llegue el momento en que cante. Kenny y Chema no paran, todo tiene que salir bien. SL Ruiz permite que experimente con sus chuletas, necesito saber si hay demasiado calor, y él tiene el valor -o el apetito- necesario para atreverse. Jacobo me acompaña mientras me encargo de la carne, descubro que él también canta. Más tarde aparecerá Ukelele Kaif.

Sin saber cómo, he acabado en un corro que rodea a unos músicos brillantes. El intervalo de tiempo transcurrido desde que estaba en la parrilla hasta entonces ha desaparecido. He sufrido alguna clase de amnesia o de shock post-traumático, probablemente a causa de los primeros acordes o de la cerveza. Aquí hay mucho talento -pienso, y creo que no soy el único que lo cree-. Algo se está gestando poco a poco, la intensidad va en aumento, todo fluye en el tempo preciso. Hay dos saxos, un clarinete, una batería, un teclado, una guitarra, un bajo y voces. Hay música en su estado más elemental, y hay alegría. No me importaría que mis vecinos hiciesen algo así alguna noche. Irremediablemente, mi amada Beat generation irrumpe en mis pensamientos, y me siento Kerouac en el Minton’s Playhouse de Harlem, en mitad de un jam session de bebop de aquellas frecuentadas por Thelonius Monk, Gillespie o Charlie Parker. Vuelvo a la realidad y es aún mejor que antes: llueve un poco y Kenny dice que sólo son cuatro gotas, y esto deriva en un tema que poco a poco provoca una catarsis colectiva. Todos saltan, sonríen, y gritan. Estamos en éxtasis. Los dedos de Sammy vuelan sobre el teclado. Todo es un frenesí magnífico, un ciclón y un estallido de ganas de vivir.

Más tarde me encuentro a solas en el jardín. Dentro del piso Fresh Prince de Kenny sigue la fiesta, pero de momento prefiero estar fuera. Hay demasiadas avenidas donde resido, quiero disfrutar de la calma y armonía que destilan las paredes de esta casa. Es tarde o pronto, ese momento de incertidumbre de la madrugada que es antesala del día y postrimería de la noche. Reflexiono sobre el misticismo de lo que ha ocurrido y me doy cuenta de que es algo más grande de lo que pensaba en un principio. Si he encontrado el alma en algún evento a lo largo de toda mi vida, desde luego ha sido en este. He conocido a mucha gente, y de todos he obtenido algo, un obsequio de soul que llevarme de vuelta. He descubierto que Michael Jackson temía a Prince y martirizaba por ello a Quincy Jones a horas intempestivas.

El evento sigue hasta que el azul oscuro casi negro se transforma en un amanecer incipiente. Es hora de volver. Tengo en mis manos el disco Music Please de Kenny. Miro el leopardo de las nieves y encuentro la similitud: esta fiesta ha sido tan mestiza, felina y cósmica como la portada que sostengo entre mis dedos mientras me mira con complicidad.

Rap Valencia Eliana

Bonus tracks & fotos:

Sammy Otusemade

Kenny Ken saxo

fiesta_kennyken

Kenny Ken
Arriba, Kenny Ken.

¡VÍDEO NUEVO! [En el post original no estaba este primer vídeo. Editado por Casiopea]

 

Enlaces:

Web de Kennyken.

Web de SL Ruiz.

María del Plata music.

Chemitasworld blog.

 


Comentarios

9 respuestas a «Music please [¡actualizado!]»

  1. Avatar de ChEMiTaS
    ChEMiTaS

    Gracias Sr Reptil, tu crónica me ha puesto los pelos de punta, has transmitido lo mismo que recibistes! SOUL!
    Un abrazo!!

  2. Avatar de edureptil
    edureptil

    De nada! Qué menos! La invitación fue efectivamente el billete dorado de Charlie y la fábrica de chocolate!

  3. Ah la musique, tan necesaria para la vida como las letras!

  4. Intuyo que de ese choque de acordes que se produjo allá por Ginebra ((Eliana) salió la verdadera nota-partícula de Dios…

    1. Avatar de edureptil
      edureptil

      Por supuesto, nada de acelerador de partículas, en la Eliana se producen ese tipo de colisiones si se dan las condiciones musico-físicas propicias. A nivel cuántico claro.

  5. Muy grande sr. Reptil!! Genial resumen de una noche inolvidable!

    1. Avatar de edureptil
      edureptil

      Gracias man! Me alegro de que te haya gustado, igual que te gustaron mis chuletas!

  6. […] · Si quieres saber cómo empezó todo este movimiento, lee el post Music Please. […]

  7. […] Collective, el grupo que nació a raíz de la fiesta épica que conté en el post Music Please, y que ha tenido nuevas ediciones como la fantástica noche en El Cabanyal de la que dejé […]

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