Presentación Historias hermosas y repugnantes

Amigos, este viernes, a las 20h, presentamos Historias hermosas y repugnantes, de Valentín Vañó, en Slaughterhouse, librería-café perfecta para pasar un buen rato en compañía de literatura, alcohol, y ¿por qué no? bebidas no alcohólicas también. Las historias de Valentín abordan casi cualquier género, en un inmenso reto narrativo que logra resolver con un éxito abrumador. Adjunto unos extractos del libro como prueba, para abrir boca:

«Siempre inmóvil, agradezco junio y sus bondades: otra vez la ternura del verano incita a las muchachas a exhibirse como flores y otra vez el estío del mundo se proyecta en mi cesta de monedas. Es el mes de la noche de San Juan, y es la época del año en la que más visitantes de mirada desconcertada se reúnen a mis pies. Les interesa Barcelona, aunque no les importa Catalunya, y premian mi tristeza congelada con su generosidad internacional.

Hablo de tristeza, pero sonrío. Mientras sostengo la cimitarra, sonrío con la expresión franca y cruel que le supongo a este hombre que disfruta tanto aniquilando enemigos como durmiendo en un harén perfumado. Soy el Sultán de Saba, y en la ferocidad de mi mirada elevada está mi talento interpretativo. Algo que la gente suele olvidar con frecuencia es que mis compañeros de profesión y yo somos actores. He tenido que invertir mucho tiempo en concebir cómo es la personalidad de este villano en quien me he convertido: mientras tejía sus ropas y me dejaba crecer su espesa barba, pensaba en su pasado de violencia, que le define».

>Extracto de Barcelona global 2016.

«En el principio es una sensación muy vaga y muy lejana que se prolonga durante minutos o meses y después un fogonazo y ya han activado mis ojos. En el principio es una sensación de ser ciego e inerte pero ya siento. Supongo que debe ser parecido a estar vivo pero enterrado en el fondo del mar. Yo nunca he visto el mar. Luego se experimentan las primeras sensaciones de trauma con los ojos ya que ejecutan pruebas con ellos. Los hacen girar. Les ajustan y desajustan los diafragmas. Ciegan uno y barren el contiguo con oleadas de luz. La falta de delicadeza se convierte en una constante en esos primeros días. Me gustaría que se diesen cuenta de que ya estoy sintiendo. Ellos sin embargo me tratan como al juguete que soy. Como al fenómeno que soy. Me hacen pruebas de dolor. Me apuñalan. Me queman. Me golpean con barras de hierro. Mi dolor es real aunque para ellos sólo sean gráficos en una pantalla. En una ocasión después de aplicarme una llama en la piel del torso el dolor es tan intenso y mis gritos tan desesperados que se ven obligados a apagarme el control neuronal respectivo y el dolor desaparece al instante. Un día llega el señor Cortez a verme y me habla acercándose demasiado a mi cara. Me pregunta quién creo que es y yo contesto: el señor Cortez. Se ríe y comenta algo sobre las esperanzas que hay puestas en mí. Se marcha hablando con Chase y gesticulando. Por las noches me quedo inmóvil en mi butaca. Miro la gigantesca sala blanca. Sé que vigilan al milímetro mis movimientos a través de las cámaras que no se han molestado en ocultar. Paso tiempo allí. Con todos aquellos cables conectados a mi cabeza. El tiempo es confuso. O quizás lo sea mi percepción del tiempo. Quizás pasan meses. Nunca podré saberlo. Las pruebas psicológicas me resultan más desagradables que las físicas. Me preguntan por cuestiones para las que no tengo respuesta. Buscan evidenciarme. En ocasiones se producen vacíos en mi consciencia. No los percibo y no los recuerdo pero esa leve sensación de malestar que a veces me invade me hace sospechar. Es una sensación que yo siento como post-traumática. Creo que descargan software en mi cerebro. Y de la misma forma creo que lo desinstalan. Un día el psicólogo me pregunta: ¿Te sentirías mejor estando vestido? Y yo respondo: Sí. Y me pregunta: ¿Te gustaría tener una habitación con un poco de intimidad? Y yo respondo: Sí.»

>Extracto de La fuga de Realdroids.


Comentarios

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.