Quinientas Millas de Daytona – Acerca de la obra de Alberto Beltrán

Alberto Beltrán
Obra de Alberto Beltrán

La elección de la parcela de realidad -o irrealidad- sobre la que un artista desea trabajar es la primera acotación que le diferencia del resto; esa imaginería que se captura a través de la maquinaria sensorial del individuo puede resultar un agujero en la pared a través del que observar. En el caso de Alberto Beltrán –licenciado en Bellas Artes y nacido en las postrimerías de 1987-, resultan muy significativas las ausencias y las elipsis, donde falta un rostro hay paradójicamente una gran cantidad de información; donde un sombrero ensombrece una mirada, donde una mancha se convierte en una máscara perturbadora, es ahí donde el misterio se revela como un testimonio creíble de la intermediación del autor. La elección de un vacío y no de otro.

Un bigfoot corre y está respondiendo tal vez a la llamada del Wendigolovecraftiano; entre el público de algún evento que acapara la atención de los asistentes, una presencia serena altera la anormalidad de la escena y sirve de anclaje visual para el espectador; un joven se refugia tras una puerta que podría o no estar siendo bloqueada por una silla, no debe ofrecer demasiada resistencia pero denota una intención. Dos jóvenes desnudas se superponen a una casa acaso en un páramo bajo un cielo goteado de interferencias de color o pudieran ser estrellas. Las referencias fotográficas -por la delimitación de los encuadres, el contraste o la contundencia de las formas-, o cinematográficas -por lo narrativo-, suponen factores fundamentales a la hora de ser asaltados por las imágenes de Alberto Beltrán.

La profusión de elementos, el mestizaje de técnicas, el collage ampliamente entendido, la seguridad en la línea; la técnica -o mixtura de ellas- que el artista escoge para trabajar, nos hablan de qué es aquello que él ve donde quizás otro vea simplemente al público extático de las Quinientas Millas de Daytona.

>Puedes leer el artículo también en su hábitat original, aquí, en Great Oh!

>Y aquí la web de Alberto Beltrán.

Publicado por Eduardo Almiñana

Escritor y terrícola.

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