Etiqueta: Casiopea Collective

  • EL CUERPO COLECTIVO. Crónica de la Casiopea Jam del 26 de diciembre

    No sé si la camisa que he escogido está arrugada o si en el maletero llevamos todo lo que necesitamos, Sammy a mi izquierda tiene aspecto de rockstar y todo el vehículo huele a la torta de espinacas que llevamos los pasajeros del asiento de atrás apoyada encima de nuestras piernas, descansando sobre un cuadro…

  • Still free

    <img title="PayohSoulRebelMarcSolerCanals" alt="Sofá Undergrogite-de-vendee.com» }}d» src=»http://www.edureptil.com/wp-content/uploads/2013/04/marc-stillfree.jpg» width=»750″ height=»496″ /> En un link fueron el rojo, el verde y el azul. Irene sabe cómo capturarlos. Irene sabe cómo funciona el mecanismo de reproducción de los colores. Tiene que hacerlo rápido pero con cautela, va a desplegar unas velas y pretende atraerlos hasta ellas. El color es…

  • Equinox

    Somos elefantes, serpientes semejantes, bebiendo aguardiente en el Sol. Toda Valencia es víctima de una invasión de azahar intensa, la noche es un jardín de posibilidades, una laguna pacífica bajo un huracán inminente y todos somos siluros rasgando el agua apuntando a un lugar concreto. Matisse. Esta es una noche de esas que le gustan a…

  • No soy un cobarde (let us die young or let us live forever)

    Morir joven es un tópico demasiado seductor. Morir joven o vivir para siempre, de eso se trata. Midnight City suena en alguna parte. Morir no es siempre algo terrible. La petite mort o el estado de trascendencia absoluta tras un orgasmo. También me acuerdo de Babyshambles y su delivery. Desde hace unas semanas no me…

  • Arder

    Vamos allá. Esta es la historia de un festival galáctico. Empieza un jueves y termina un domingo de madrugada. El viernes descansamos -más o menos-. Cámara subjetiva. La velocidad ligeramente superior a la habitual. Beatriu Flor D’estiu está en mi casa y todos hacemos bocadillos. Muchos bocadillos. María, ella y yo. Cargamos las cajas repletas…

  • Hágalo usted mismo (Sofá Underground Valencia)

    La puerta del piso de Chema no ha vuelto ser la misma desde que unos delincuentes asalta-casas de medio pelo la vejaron y forzaron para poder entrar a revolver la ropa interior de mi amigo. Todavía quedan restos del polvo que la policía científica esparció sobre la maltrecha madera para detectar huellas, y la mirilla…